El ejercicio regular disminuye el riesgo de cáncer de mama

Al igual que ocurre con una dieta equilibrada, el ejercicio físico regular casi siempre
constituye una práctica recomendable para prevenir y combatir enfermedades. Excepto en
los casos en los que esté contraindicado, mover el esqueleto es requisito necesario para
llevar una vida saludable.
Lógicamente, siempre será más recomendable una dieta de tipo mediterráneo que una
alimentación rica en grasas o, por ejemplo, una casera y deliciosa receta de lentejas
estofadas que cualquier plato precocinado. Del mismo modo, la vida activa suma puntos
para mantenernos saludables y prevenir patologías.
De acuerdo con un reciente estudio, hacer ejercicio una hora al día como mínimo reduce el
riesgo de cáncer de mama. El estudio tiene gran relevancia porque se ha analizado las
conclusiones de todos los estudios publicados hasta ahora que han evaluado la relación
entre el ejercicio físico y el riesgo de cáncer de mama. Finalmente, el resultado ha sido
claro: se ha concluido que practicar cualquier tipo de ejercicio cada día durante una hora al
menos tiene efectos preventivos para mujeres de cualquier edad y peso.
Realizado por el Instituto Internacional de Investigación para la Prevención de Lyon, en
Francia, el estudio concluyó que, en comparación con las mujeres menos activas, la
actividad física puede reducir el riesgo en un 12%, explicaron os investigadores en la
Conferencia Europea del Cáncer de Mama (EBCC9) La única excepción podría darse en
aquellas mujeres que siguen una terapia hormonal sustitutiva (THS), en las que el ejercicio
no ayudó, si bien estas terapias tienen demasiados efectos secundarios y cada vez se
utilizan menos.

La actividad física tiene un papel protector en otros tipos de cáncer, así como para mejorar
los problemas cardiovasculares. En el caso del cáncer de mama, este mismo estudio ha
descubierto que no importa la edad en la que se inicia la actividad física ni el peso para
beneficiarse de su efecto protector.